Autor: Muriel Barbery.
Juntas, Renée y Paloma descubrirán la belleza de las pequeñas cosas. Invocarán la magia de los placeres efímeros e inventarán un mundo mejor. La elegancia del erizo es un pequeño tesoro que nos revela cómo alcanzar la felicidad gracias a la amistad, el amor y el arte. Mientras pasamos las páginas con una sonrisa, las voces de Renée y Paloma tejen, con un lenguaje melodioso, un cautivador himno a la vida.
Personajes:
Renée:Portera en el número 7 de la calle Grenelle.Quiere ser de vistas a fuera el arquetipo perfecto de la portera ignorante y poco refinada.Ha leído y aprehendido toda la literatura universal desde los inicios, y siente debilidad por los autores decimonónicos rusos; que puede discutir de tú a tú con cualquier filosofo sobre el idealismo trascendental de Kant; que siente pasión por las naturalezas muertas de los pintores holandeses; que se emociona con una película bien hecha sea de entretenimiento o profunda; que ama por encima de todo el arte, la belleza. Es Renée un espíritu libre y autocultivado escondido en los bajos de un edificio de ricos en Paris.
Paloma: una niña de 12 años muy inteligente, aunque no quiere dejar que los demás sepan de sus capacidades intelectuales. En cierto aspecto se parece, o va por el camino que ha elegido René pero por cuestiones diferentes como iremos viendo a lo largo del libro.Paloma sin embargo, aunque ha nacido en una familia adinerada, se dedica a hacer observaciones sobre lo vacio de esa vida, sobre sus allegados y sobre la gente de su entorno.Paloma además, desencantada con esa vida adulta, llega a la conclusión de lo que ella llama el resultado final de los humanos, la pecera, donde se acaba cuando se llega a esa edad adultas en las que uno puede comprobar que todas las ilusiones de vida de la infancia no tienen cabida, donde uno al final no es lo que creía que iba a llegar a ser.
Kakuro Ozu: un japonés que se muda al edificio en el que acaba de fallecer uno de los propietarios de toda la vida y que le es por tanto alquilado a él.
Opinion personal: Aunque mis conocimientos de literatura sean infimos y muchas veces me cuesta diferenciar entre las obras maestras y las muertes literarias (novelas basura) puedo decir sin duda ha equivocarme que nos encontramos con una hermosa obra de la literatura. El comienzo te embelesa, su contenido te emociona, enfurece y provoca risa hasta que en el final tienes que tomar aire por saber que finaliza. Renée ,una portera que se oculta de los demas, Paloma, la niña con el deseo de no caer en la pecera, y Kakuro, el misterioso personaje que revuelve la vida de las dos anteriores, son el trio de personajes que llegan al corazon del lector y lo emocionan a tal punto que uno se siente mal porque acabe. El final me provoco cierta reaccion melodramatica y estuve mas de dos horas llorando. En definitiva, un libro que quieres compartir con todos.